"No os entiendo. Todos habláis en clave como si pretendierais volverme loca."
Cinco horas con Mario, Miguel Delibes

sábado, 24 de septiembre de 2011

IGNACIO ZULOAGA

Durante la clase, y para ir relacionando conceptos con el grupo del 98, vimos un video que enseñaba diferentes pinturas de Ignacio Zuloaga. Yo he querido profundizar en éste pintor y saber más sobre su vida. Hablaré de su biografía, de sus obras y por último haré una breve relación entre sus pinturas y el grupo del 98.


BIOGRAFÍA

zuloagaIgnacio Zuloaga nació en Eibar, País Vasco, en 1870 y murió en Madrid en 1945. Su familia se dedicaba a la fabricación y decoración de armas de fuego.
Inició su formación en el taller de damasquinado de su padre y asistió con regularidad al Museo del Prado para estudiar a los pintores clásicos. A los diecinueve años viajó a Roma y luego a París u en la capital francesa conoció a Gaugain y a Degas y vivió en la Isla de Sant Louis con Santiago Rusiñol y Miguel Utrillo. Estos años de formación y trabajo hicieron que su lenguaje plástico madurase. Se especializa en la caracterización de tipos españoles, especialmente mujeres ataviadas con trajes de volantes, mantones, mantillas, abanicos y flores, como por ejemplo, Mujer de Alcalá de Guadaira. A este momento se le ha denominado como la época de la "España blanca".
Zuloaga alternó su estancia en París con largas temporadas en España, en concreto Segovia. En París se dedicó principalmente al retrato y desde Segovia inició su pintura de paisajes y de tipos castellanos, consolidando así su otro estilo, el de la "España negra." En estas obras, se observa la influencia de la tradición realista de Courbet, a la que añadió los recursos del impresionismo y del postimpresionismo.
Sus paisajes de las ciudades castellanas contienen una gran carga psicológica que implica la identificación con el territorio. Así, el duro paisaje castellano se convirtió en la imagen emblemática de España. Su visión de España le identifica con la Generación del 98, muestra la decadencia de las ciudades y el deseo de la vuelta a la tierra y al paisaje yermo, en busca de una autenticidad y una identidad nacional. La sobriedad, la nobleza, y el pesimismo imperante en la generación literaria parecen reflejarse en los lienzos de Zuloaga.
Pintó los tipos españoles y las visiones de una Castilla ruda, hosca y empobrecida. Se sirvió de varios elementos, como la miseria y las costumbres tradicionales de los pueblos.
Recurrió a los pueblos y a los campesinos porque en los pequeños pueblos era donde mejor se conservaban las tradiciones, ya que en las ciudades, el desarrollo industrial, acababa con ellas. Sus imágenes, por tanto, muestran una España campesina. Este estudio culminó en obras como El enano Gregorio, El botero en Sepúlveda, Mujeres de Sepúlveda o Doña Rosita Gutiérrez.
 

OBRAS

Los paisajes
Zuloaga no fue un paisajista cualquiera. Aunque sus comienzos estuvieron impregnados por el impresionismo, su técnica fuertemente empastada, la estructura de sus planos, el dramatismo y el estudio de la luz, es fruto de una interpretación personal, llena de gran fuerza expresiva y de energía.
Se interesó por el paisaje urbano, por las viejas casas agrietadas, las edificaciones populares y las nobles fachadas de piedra labrada desgastadas y erosionadas que sufren el paso de los años y de la historia. Pero en un primer momento, a este paisaje, le otorgó un lugar secundario en el fondo de sus cuadros.
En el cuadro Mis primas, la composición permite apreciar la desolada y desnuda comarca, sin un solo árbol, por la que caminan jinetes aislados o grupos de personas.
Lo mismo ocurre con El peregrino y con el paisaje de Gregorio el botero, donde Ávila con sus murallas es un simple telón sobre el que destaca la figura del enano monstruoso.
Otras obras son Casas viejas de Haro, Castilla la Vieja o Gregorio en Sepúlveda. En ésta última, aparece representada Sepúlveda detrás de la figura. Pero aquí el paisaje ya no es un telón de fondo, sino que tiene la misma importancia que las figuras del primer plano.
Gregorio en Sepulveda                                                                    Gregorio en Sepúlveda
En Mujeres en Sepúlveda, serán las propias figuras las que conducen la mirada al pueblo medieval, con retorcidos caminos y aglomeradas casas sobre un áspero paisaje de barrancos y colinas.
Sepúlveda fue, sin duda, para Zuloaga, el pueblo que mejor expresa el carácter español, castellano, austero y adormecido en un rincón de la historia.
Poco a poco, va abandonando la figura humana para centrarse por completo en el paisaje.
Paisaje de Burgos lo concibe desde un punto de vista alto, muestra en primer término las derruidas murallas del viejo castillo y a lo lejos, las torres de la catedral gótica. Las nubes dotan a la obra de gran dramatismo.
En Cerros de Calatayud da a su pintura una sólida estructuración que recuerda a Cezanne y al dramático empleo de la materia pictórica de Van Gogh. Sorprende el vigor de la construcción del paisaje por planos, la sobriedad del dibujo y de la pincelada. En primer plano se encuentran los prados y los sembrados, después, las montañas, y sobre ellas, las nubes.
Paisaje de Nájera, Paisaje de Motrico, Paisaje de Tarazona, Catedral de Burgos o Paisaje de Pancorbo son algunos ejemplos más.
Castilla, Aragón y Navarra, han sido las grandes fuentes de inspiración del paisaje de Zuloaga. El paisaje natal del País Vasco le inspiró pocas veces, aunque en alguna ocasión también lo pintó.
 
Los retratos
A Zuloaga no le interesaba representar arquetipos idealizados, sino que buscaba el elemento que lo diferenciase y que mejor expresase el carácter del personaje.
Le preocupa el carácter y el vigor expresivo, por eso sacrifica detalles, rasgos y delicadezas y, en cambio, subraya el gesto, la acción y la mirada, como vemos en el retrato de la Condesa de Noailles.
Entre sus numerosos retratos destacan el de Unamuno, Valle-Inclán o Pérez de Ayala entre otros.
Condesa noailles detalle                                                                detalle de Condesa de Noailles

Relación con Grupo del 98
  • Capta la realidad, no se la inventa
  • Es impresionista, juega mucho con el color
  • Paisajes: centro de la península
  • Moda de la época: toreros, peinetas, mantillas
  • Escenas cotidianas, realidad de Madrid, realidad de provincias.
  • No se para en el detalle, pero hay mucho colorido
  • Descripción de clase media que vive en sitios con pobreza
  • Lugares duros

martes, 20 de septiembre de 2011

EL SIGLO XIX

La primera clase teórica fue una introducción al siglo XIX, que nos servirá para entrar en el Romanticismo y otras corrientes literarias. Pero antes de empezar a hablar sobre la literatura me pregunté para qué me serviría todo el discurso que MªCarmen nos hizo sobre historia. ¡Historia de España y Europa! No entendía muy bien la relación. Así que me he dedicado a buscar cómo ligarlo y, finalmente, he llegado a estas conclusiones.

La literatura del siglo XIX se vio influenciada por los diferentes movimientos sociales políticos que fueron sucediendo durante el siglo. Para entender los movimientos literarios del siglo XIX hay que tener en cuenta los acontecimientos políticos y sociales de la época.

Así, podríamos dividir el siglo en diferentes períodos.


 

SUCESOS POLÍTICO-SOCIALES

 

Período absolutista

Al comenzar el siglo XIX se desarrolló la Guerra de la Independencia Española o Guerra del Francés (1808-1814). Napoleón Bonaparte, emperador francés pretendía instalar en el trono español a su hermano José Bonaparte con ideas absolutistas. Parte de la población española se enfrentó al ejército francés. Finalmente la guerra acabó con la expulsión de los franceses.

Durante la guerra, las Cortes de Cádiz elaboraron la Constitución de 1812, que concedía mas derechos y libertades para el pueblo. Fernando VII, el rey de España después de expulsar al hermano de Napoleón denegó la nueva constitución el año 1814, porqué representaba el paso de un estado absolutista a uno constitucional. Esto ocasionó enfrentamientos entre los partidarios de la reforma (liberales) y los partidarios de que no se aplicara la Constitución (absolutistas).

Del 1814 al 1820 se restauró el absolutismo y hubo una represión de los liberales que condujo a la primera oleada de emigración de intelectuales fuera de España.

Del 1820 al 1823 transcurrió el llamado Trienio Liberal, un período intermedio de los tres en que se divide el reinado de Fernando VII.

Del 1823 al 1833 se produjo la última fase del reinado de Fernando VII, la llamada Década Ominosa.

 

Período liberal

El 1833 murió Fernando VII, dejando cómo predecesora al trono a su hija Isabel. Los liberales fueron partidarios Isabel, y los absolutistas querían como rey a Carlos, hermano de Fernando VII, partidario del absolutismo. Los enfrentamientos entre isabelinos y carlistas se llamaron Guerras Carlistas. Durante ese tiempo los liberales fueron los que tuvieron el poder.

Guerras Carlistas


Período revolucionario y Restauración

A causa de las Guerras Carlistas, España se vio estancada y no hubo progreso.

El enfrentamiento constante entre liberales y conservadores creó inestabilidad política. Se produjeron cambios de gobierno, de constitución y de grupos militares (golpes de estado).

En el año 1868 hubo una revolución que puso fin al reinado de Isabel II y se proclamó rey a Amadeo de Saboya pero fracasó muy pronto al abandonar España el 1873. Se proclamó la Primera República, pero eso no calmó los enfrentamientos.

En 1874 la situación cambió, cuando se nombra al hijo de Isabel II, Alfonso XII, como rey de España. Ese período se conoce como Restauración.

Alfonso XII murió de tuberculosis y dejó como sucesor a su hijo Alfonso XIII.



La crisis del 98

En 1898 se perdieron las colonias españolas de Cuba y Filipinas. Después de una guerra, España perdió sus últimas posesiones en América. Esto supuso una gran pérdida para el país, que cayó en  una crisis.


 

MOVIMIENTOS LITERARIOS


1808-1814
En Europa se desarrolla el movimiento Romántico.
1833-1860
Se desarrolla el Romanticismo en España


 

Romanticismo

Movimiento cultural y político originado en Alemania y en el reino Unido a finales del siglo XVIII. Reaccionaba de una manera revolucionaria contra el racionalismo (Ilustración) y el clasicismo, y daba prioridad a los sentimientos.

En los años 30 el Romanticismo en Europa deja paso a la siguiente corriente (Realismo) y en España empieza a desarrollarse plenamente. Hasta la revolución del 68 (1ª república) no pasamos a la siguiente corriente.

El Romanticismo en España se desarrolla hasta que Fernando VII muere. El Romanticismo abarca la primera mitad del siglo XIX, que es una etapa de fuertes tensiones políticas. Tenemos dos corrientes: una conservadora y otra liberal. Los conservadores defienden sus privilegios y los liberales luchan por suprimirlos. El pensamiento católico tradicional empieza a hacer frente a las nuevas ideas de los librepensadores y seguidores del filósofo alemán Krause. La clase obrera desencadena movimientos de protesta de signo anarquista y socialista, con huelgas y atentados.

 

Autores importantes:

Mariano José de Larra (1809-1837)                                                                                                                           (seudónimos: Fígaro, Duende, Bachiller y El pobrecito hablador)

 
Es considerado, junto con otros escritores la más alta cota del romanticismo literario español. Fue periodista, crítico literario y escritor costumbrista. Gracias a más de doscientos artículos publicados en la prensa a lo largo de ocho años impulsó el desarrollo del género ensayístico.

Larra situaba España en el centro de su obra crítica y satírica. Su obra está en el contexto de las Cortes recién nacidas después de la década ominosa (1823–1833), y de la primera guerra carlista (1833–1840).

A los 27 años de edad (1837), Larra se suicidó de un pistoletazo delante del espejo.

En 1908 algunos de los representantes del grupo del 98 (Azorín, Unamuno y Baroja) le homenajearon con flores en su tumba, lo que significó su redescubrimiento y la identificación del grupo con el pensamiento de Larra y su preocupación por España.

 

José de Espronceda (1808-1842)

Fue un célebre escritor de poesía de la época del Romanticismo, y es considerado como el más destacado poeta romántico español.

Denunciado por sus actividades intelectuales en 1825 fue desterrado a un monasterio de Guadalajara durante seis meses, y durante ese tiempo que paso en el monasterio comenzó a escribir el poema histórico El Pelayo, que dejó inacabado. En 1827 salió de España en exilio voluntario. En Burdeos colaboró con los exiliados liberales españoles contra el gobierno absolutista de Fernando VII. En 1833, a la muerte de Fernando VII, regresó a España y tuvo participación activa en la vida política y literaria del país, como militar, periodista y político.

Escribió una gran cantidad de poemas cortos a los que llamó “Canciones. Todos estos poemas se inspiraban en personajes excluidos de la sociedad, con lo que por primera vez aparece claramente formulado el tema social en la lírica española.

Murió en 1842.

 

Realismo

Corriente estética que supuso una ruptura con el Romanticismo, tanto en los aspectos ideológicos como en los formales, en el tercio central del siglo XIX.

El Realismo empieza en Europa el 1830 y en España durante los años 60. También hay dos corrientes: la conservadora y la liberal y progresista.

De escritores conservadores encontramos a José María de Pereda o Juan Valera entre otros, que escribían con perspectiva paternalista, que miraba des de arriba.

También tenemos autores que aprovechan sus obras para quejarse. Son los liberales, en los que encontramos más destacados a Galdós, Leopoldo Alas “Clarín” y a la Condesa Emilia Pardo Bazán. Los progresistas denunciaban el poder de la Iglesia y la mentalidad estrecha y retrograda. A Galdós, por ejemplo, le chafaron algunos estrenos y lo boicotearon por el contenido. No se le reconoció como un premio nobel.

Blasco Ibáñez fue un escritor valenciano que tuvo los suficientes componentes para relacionarlo con el Naturalismo, la gran novela de crítica. Valencia era la ciudad de posibilidades, que iba desarrollándose.

La novela realista se centra en la clase media, la sociedad contemporánea y la vida urbana.

 

Regeneracionismo

Movimiento intelectual que expresa un juicio pesimista sobre España de forma objetiva, científica y documentada. Su principal representante fue Joaquín Costa (aquí os dejo un enlace con su biografía) con su lema «Escuela, despensa y doble llave al sepulcro del Cid».

Fue un movimiento heterogéneo, dónde se encuentran personas muy distintas, pero todas escriben ensayos. Cuando aparece el Regeneracionismo, en los años 70-80 están pasando otras cosas en el país: las corrientes nacionalistas.

Los Regeneracionistas no querían separatismos, solo les interesaba cambiar España. Por eso denunciaron lo que son los grandes problemas del momento:

  • Gran corrupción electoral y municipal. Había elecciones y un sistema parlamentario pero hubieron pucherazos. Eso se denominó CACIQUISMO. Iba ligado a otros problemas.
  • Analfabetismo masivo de la población rural. Se fue arrastrando durante muchos años.
  • Escasa atención a la enseñanza.
  • La España rural arrastró una situación de pobreza y falta de recursos económicos: despensa y escuela.

Los Regeneracionistas denunciaron ese caciquismo. Un cacique es el señor que tiene dominio sobre una población porque es propietario de tierras.

Forman parte de este grupo:

  • Joaquín Costa (Aragonés - vinculado al problema de los caciques en Aragón)
  • Lucas Mallada (Aragonés)
  • Francisco Silvela (conservador político)
  • Manuel Azaña (en su juventud fue Regeneracionista y progresista, y después fue presidente de la 2ª republica española).

Forman parte del grupo de intelectuales fundadores de la escuela libre vinculados al krausismo:

  • Francisco Giner de los ríos
  • Julián Sanz del Río
  • José María de Salaberria.

Publicaron ensayos, artículos y libros, hablando de los problemas de España.

 
 

Krausismo

Doctrina que defiende la tolerancia académica y la libertad de cátedra frente al dogmatismo. Esta filosofía tuvo gran difusión en España donde gracias a la obra Julián Sanz del Río alcanzó su máximo desarrollo práctico. Uno de los seguidores de Krause (filósofo alemán que da nombre al krausismo) fue Julio Caro Baroja, quién me ha sorprendido por ser sobrino del escritor Pío Baroja, del cual leeremos el libro “El árbol de la ciencia”.