"No os entiendo. Todos habláis en clave como si pretendierais volverme loca."
Cinco horas con Mario, Miguel Delibes

viernes, 30 de marzo de 2012

EL TEATRO – Ramón de la Cruz

El otro autor del que os quería hablar es Ramón de la Cruz, aunque no le daré tanta importancia como a Leandro Fernández de Moratín. Solo os dejo un pequeño resumen de su vida y su principal obra.


ramon cruz


El sainetero Ramón de la Cruz (Madrid, 1731-1794) fue uno de los autores más aplaudidos por el público y más criticado por los neoclásicos (aunque algunos de ellos, ante el apoyo popular de sus obras, se retractó). Comenzó escribiendo tragedias de corte neoclásico, rechazando el teatro "desarreglado" que prefería la gente. Sin embargo, sus necesidades económicas le hicieron acercarse a géneros menos ilustrados pero más aclamados por el público y los actores. De esta manera empezó a escribir zarzuelas de temática española y, a la vez, sainetes. De estos últimos escribió más de cuatrocientos, generalmente en versos octosílabos, y algunos en endecasílabos. Los personajes de este subgénero teatral son populares (manolas, majos, maridos burlados, albañiles, castañeras, hidalgos arruinados,...) y la acción suele desarrollarse en Madrid: La pradera de San Isidro, El Prado por la tarde, El Rastro por la mañana; su final, a veces quiere ser ejemplarizante. El más famoso de los sainetes es Manolo, sátira del teatro que escribían sus enemigos neoclásicos. Con su máxima "yo escribo y la verdad me dicta", pudo encontrar en el pueblo una fuente inagotable.



OBRA

Fuera de su periodo inicial en que escribió traducciones, imitaciones y adaptaciones de trágicos franceses e italianos (Racine, Voltaire, Ducis, Beaumarchais, Metastasio y Apostolo Zeno), escribió también comedias (Marta abandonada) y zarzuelas (El tutor enamorado; Las segadoras de Vallecas, 1768; Las labradoras de Murcia, 1769; Las foncarraleras, 1772; El licenciado Farfulla, 1776, etc.), si bien es sobre todo conocido por su obra de la última época, los más de 300 sainetes que escribió (pequeños apuntes costumbristas de asunto humorístico, llenos de música y canciones, compuestos con agilidad y gracia en verso), en los que trata y retrata al Madrid de su tiempo. El más famoso es seguramente Manolo, donde se parodian las comedias heroicas que eran pasto habitual de los teatros de ese tiempo, describiendo con lenguaje arrabalero y propio de los bajos fondos el regreso de un hampón recién salido de la cárcel a Madrid desde un presidio africano, ambientes que Ramón de la Cruz conocía bien (como ya se ha dicho, fue funcionario de prisiones y vivió en Ceuta) y parodiando las situaciones trágicas de dichas comedias.


sainetes

 
En efecto, un importante grupo de estos sainetes lo constituyen las parodias de tragedias neoclásicas francesas en estilo solemne y endecasílabo en romance heroico: Manolo, Inesilla la de Pinto y Zara, por ejemplo. En estas dos últimas parodia la Inés de Castro de La Motte y la Zaira de Voltaire respectivamente. Otro grupo lo constituyen aquellos en los que describe los procedimientos teatrales coetáneos: El teatro por dentro, El coliseo por defuera, El sainete interrumpido, etc. Sin embargo, el grupo más característico, el que justifica su poética de "yo escribo, y la realidad me dicta" son los referentes a las costumbres madrileñas, en general también presentes en los grupos anteriores: El Prado por la noche; Las tertulias de Madrid; La víspera de San Pedro; La maja majada; Las castañeras picadas; El Rastro por la mañana; La pradera de san Isidro,...


"Usted ha de hacer zarzuelas
que tengan menos defectos
que las mejores tragedias".
(El poeta aburrido, 1773).

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