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Cinco horas con Mario, Miguel Delibes

miércoles, 9 de mayo de 2012

POESIA – Edad Medieval

La poesía medieval presenta dos grandes corrientes. Por un lado, se desarrolla una poesía popular, anónima y de carácter colectivo que se transmite oralmente y, por otro, se crea una literatura culta de transmisión fundamentalmente escrita y cuyos autores más importantes son Gonzalo de Berceo y Juan Ruiz.
POesia medieval 
POESIA POPULAR LÍRICA
La poesía medieval popular desarrolla a su vez dos corrientes fundamentales: de un lado una poesía de carácter lírico y, de otro, una poesía de carácter narrativo, representada por los cantares de gesta.
Durante la Edad Media, las principales manifestaciones de poesía lírica en la Península son las jarchas, las cantigas de amigo y los villancicos. Estos últimos presentarán sus primeros testimonios en el siglo XV, por lo que se analizarán en el estudio dedicado a la lírica del Prerrenacimiento.
Las jarchas fueron escritas en los siglos X y XI en mozárabe, el dialecto romance que hablaban los cristianos de Al-Ándalus, y constituyen las poesías peninsulares más antiguas que se conocen. Se trata de breves composiciones líricas con métrica irregular, de dos, tres o cuatro versos, que los poetas árabes o judíos que vivían en la Península incluían al final de poemas escritos en árabe o en hebreo. Estas composiciones se llamaban moaxajas y los poetas que las escribían no eran los autores de los versos finales o jarchas: estas eran estrofillas cantadas por el pueblo que los poetas, fascinados por su belleza, incorporaban en sus obras.
Las cantigas de amigo, documentadas desde finales del XII hasta el fin del XIV, están escritas en gallego-portugués. Son poemas escritos por autores cultos a imitación de las manifestaciones de la lírica popular de su tiempo. Tienen mayor extensión que las jarchas y en ellas todos los versos poseen el mismo número de sílabas. Las estrofas se relacionan entre sí mediante el paralelismo. Es frecuente que el tema amoroso se ambiente en una peregrinación (cantigas de romería), junto al mar (barcarolas), etc.
Los villancicos (documentados en el siglo XV) están escritos en castellano y se componen de dos partes que se van alternando, el estribillo y el pie.
 
POESIA ÉPICA
Las manifestaciones más significativas de la poesía popular narrativa son los cantares de gesta y los romances narrativos.
Hacia el siglo XII aparece en la Península un tipo de obras, los cantares de gesta, poemas épicos que giraban en torno a la figura de un héroe y sus hazañas. En la literatura castellana, se caracterizan por una versificación irregular: los versos presentan diferente número de sílabas, poseen rima asonante y se agrupan en series o tiradas.
Los cantares de gesta eran cantados por unos artistas que recorrían aldeas y villas divirtiendo al público con sus actuaciones y poemas: los juglares.
La épica tuvo también su propio desarrollo en otras lenguas europeas. La tradición más próxima a la épica castellana es la francesa, de la que se conservan muchos manuscritos.
El principal cantar de la épica castellana y el único que ha llegado hasta nosotros en un manuscrito casi completo es el Poema de mio Cid. Según el investigador Ramón Menéndez Pidal, uno de los principales estudiosos de la obra, el texto conservado es una copia realizada a principios del siglo XIV por un copista llamado Per Abbat. El texto original habría sido escrito en 1140 por dos autores: un juglar de Medinaceli y otro juglar de San Esteban de Gormaz, ambos de Soria.
 
POESIA LÍRICA CULTA
La poesía de carácter culto tuvo dos vertientes significativas en las literaturas románicas; de un lado, la poesía lírica, y de otro, la poesía narrativa, representada en castellano por lo que conocemos como mester de clerecía.
La lírica de carácter culto no se desarrolla de forma notable en castellano hasta finales de la Edad Media. Concretamente, esto ocurre en el siglo XV, con la poesía de cancionero (ver Prerrenacimiento). No obstante, sí se gesta con anterioridad en otras lenguas románicas.
En el sur de Francia (Provenza), se desarrolla en los siglos XII y XIII en lengua provenzal un tipo de poesía lírica culta que será el origen de las manifestaciones posteriores en otras lenguas, como el italiano, el gallego-portugués o el castellano. Cultivada por poetas de origen noble, los trovadores, esta poesía estaba escrita para ser cantada en la corte y su tema principal era elamor cortés.
En la Península, gran parte de la poesía lírica culta se escribe durante estos siglos en gallego-portugués. Incluso los autores castellanos prefieren esta lengua como medio de expresión lírica. En las composiciones de este tipo de poesía se aprecia la fuerte influencia de la literatura provenzal, que llega a través del Camino de Santiago.
 
POESÍA NARRATIVA CULTA: EL MESTER DE CLERECÍA
Frente al dominio del gallego-portugués en la lírica culta hasta el siglo XV, la poesía en castellano de carácter narrativo adquiere un importante desarrollo.
En el siglo XIII, algunos autores crean una nueva forma de versificar basada en la utilización de una estrofa de cuatro versos monorrimos de catorce sílabas cada uno que riman en consonante: la cuaderna vía (AAAA). Este primer movimiento poético en castellano recibe el nombre de mester de clerecía, es decir, «oficio de hombres cultos». La palabra clérigo designa en la Edad Media a la persona instruida, especialmente a quien tiene estudios de latín.
Las obras del mester de clerecía están escritas con una intención didáctica: ofrecen a la gente modelos de comportamiento. Por eso tratan con frecuencia temas religiosos, como las vidas de santos.
No obstante, para alcanzar esta finalidad didáctica, los autores buscaban entretener al público. Por eso, a menudo los textos se acercan a los gustos del pueblo e intentan resultar amenos. Se emplean para ello giros populares y fórmulas típicas de la poesía juglaresca, como son las llamadas de atención al auditorio. Estas características hacen pensar que, probablemente, muchas de ellas estaban destinadas a ser escuchadas y no leídas.
Gran parte de las obras del mester se basan en composiciones y textos anteriores, preferentemente la Biblia o libros de autores latinos, que se reelaboran y se adaptan al castellano para darlos a conocer al pueblo.
El mester de clerecía, que nace en el XIII, se desarrolla también durante el siglo XIV.
En el paso de un siglo a otro, las características de los textos evolucionan a la par que lo hace la mentalidad del hombre en el paso de la Plena a la Baja Edad Media: los textos del XIII muestran, en general, una religiosidad más fuerte y una mayor abundancia de temas piadosos. La métrica es, asimismo, más regular. A medida que el siglo XIV avanza, las composiciones del mester de clerecía mezclan con los temas religiosos algunos profanos y muestran un espíritu más vitalista. En este siglo, las composiciones comienzan a variar la métrica y son más frecuentes las irregularidades, lo que contribuirá a la desaparición del género.
Los principales autores del mester de clerecía son Gonzalo de Berceo (siglo XIII) y Juan Ruiz, Arcipreste de Hita (siglo XIV). Entre la obra de estos autores se aprecia este cambio al que nos hemos referido.

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